Hay tantas enfermedades que los especialistas han encontrado en el ser humano, que es una maravilla leer. Los nombres que crean como este: «Síndrome de las piernas inquietas al dormir» ¿Será verdad acaso que es enfermedad? Personalmente creo que no lo es.
Por si acaso, ¿Alguna vez usted se ha dado cuenta de por qué mueve las piernas? Pienso que quizás no, las personas por lo general tienden a mover las piernas cuando algo les preocupa o se encuentran ansiosos.
Esto por lo general ocurre cuando la persona se desespera por algo que no ha culminado, pero que al momento de realizarlo desaparece la ansiedad o inquietud en las piernas ¿Pero qué pasa sí no lo soluciona? Ahí viene el problema.
Como no se solucionan estos malos hábitos que se obtienen por alguna circunstancia mal vivida o una mala experiencia, hacen que la persona pase preocupada por los problemas toda su vida y sucede que la forma de liberarlo, es moviendo las piernas.
Síndrome de las piernas inquietas
Estas personas suelen tener momentos en los que su mente se distrae y es ahí cuando ocurre el milagro, ha dejado de mover las piernas. Como su mente se ha distraído por segundos o minutos, la persona se olvida de lo que le pasa y sus piernas quedan en reposo, porque en ese instante no le pasa nada por la mente.
Como la mente es tan astuta dice ¡Ah, me estoy olvidando que tengo algo pendiente! Con esto, retoma lo que lo tenía en ansiedad, entonces vuelve el mismo proceso y con mas fuerza, pero esto es inconsciente. Lo malo es qué la persona tiene turbia su mente y no puede controlar esto, haciéndolo un círculo vicioso.
Esto no solo sucede con las piernas, sí no, con otras partes del cuerpo incluso a otras les tiembla totalmente el cuerpo, esto se debe a sus emociones incumplidas que la gente guarda en su memoria. Cada persona tiene un proceso en su mente para que pase esto, lo que hace que se genere una sensación de hormigueo, ardor, picazón, tensión, dolor, etc.
Estos malestares si la persona es miedosa se generan con mayor rapidez porque se asusta, esto sería que si antes solo movía las piernas, ahora esto va acompañado de picazón y todo lo demás, porque no se tuvo la debida atención desde que comenzó su inestabilidad emocional.
El primer factor para que una persona busque mover sus piernas es la ansiedad, eso no solo significa que es por un problema, hay personas que pasan inquietas todo el día por la falta de contacto con la pareja. Hubo una persona que conocí quien pasaba todo el día moviendo sus piernas.
La ansiedad y los excesos
Siempre le pregunté, ¿Por qué mueves tanto las piernas? Me dijo que ella era así, pero como sé que las personas toman ciertos hábitos por algo que les ha ocurrido, la invité a visitar a alguien que le podía ayudar y la llevé donde un amigo que es Máster en P.N.L.
Una vez que ella habló con él, se dedujo cual era su problema el cual está lleno de su ansiedad por tener en una vida llena de excesos. Uno de ellos era qué había conocido a un hombre con el cual se divertía a diario, lo que le ocasionó muchos tormentos en la vida de ella.
Esto le producía desanimo, depresión y otros estados emocionales a diario, pero en el que se hacía evidente su problema era en el movimiento de las piernas. La realidad de todo esto es que ella no tenía con quien desahogar sus noches. Mejor dicho la ansiedad era porque no tenía sexo, así de simple.
Esto la desesperaba al extremo que hasta en estado de sueño seguía sus movimientos, el cual paraba por un tiempo solo cuando tenía unión corporal con alguien, ¿Con quién? No era el problema pero hacerlo con tal de hacerlo era lo importante.
Un grave problema porque no quería salir de ese estado emocional en el que estaba anclada, con esto explico que no solo es causa de algún problema, también el motivo puede ser que la persona está atrapada a una sensación, que si no se da cuenta da comienzo a un verdadero problema. Quiere decir que el movimiento de las piernas, también tiene que ver con el control mental, emocional y físico del individuo.
¿Cómo soluciono esto?
Lo bueno de esto es que hay solución ya que todo el problema está en su mente, o sea, tiene imágenes que son las que le producen las sensaciones de los movimientos, ardor, hormigueo o picazón. Que pueden ser tratadas con facilidad si se le pone atención.
Esto implica que observe bien que imágenes pasan en su mente cuando tiene el deseo de mover las piernas, puede que en esos momentos las imágenes que vea sean las causantes de todo su mal y son las que produzcan estos cambios emocionales.
Si usted al visualizar puede manipular dichas imágenes, podrá controlar la ansiedad que se estanca en sus piernas. Esto deberá ser tomado muy en cuenta ya que hay ocasiones en que las imágenes pueden tener efectos y ellos sean los que produzcan esto.
Es decir, si ve imágenes con un tono brillante al producirse el movimiento de piernas deberá ir bajando el brillo poco a poco, observe si su estado de animo va cambiando, si así sucede entonces con su mente empuje las imágenes hacia atrás, si la ansiedad disminuye quiere decir que los problemas son las imágenes.
Si se siente incómodo o no le resulta fácil cambiar sus propias imágenes es porque el causante es un trauma o un problema antiguo, ya que hay ocasiones en que el problema está escondido detrás de las primeras imágenes que ve. Estos procesos de P.N.L. que escribí, si se los aplica bien ayudan por un tiempo, pero estos tienen su poder cuando se los refuerza con anclajes.
Es decir le va a resultar mejor si están bien hechos con un profesional del área, es bueno poner atención de lo que produce este hábito, pero lo mejor es buscar la solución radical y no caer en círculos que hagan perder el tiempo.
¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?
El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico que provoca una necesidad incontrolable de mover las piernas, especialmente en momentos de reposo. Muchas personas lo experimentan con sensaciones incómodas, como hormigueo, picazón o incluso dolor leve. Estos síntomas aparecen con más frecuencia en la noche, interfiriendo con el sueño y afectando la calidad de vida.
Algunos creen que este síndrome es un invento médico, pero la realidad es que tiene bases neurológicas bien documentadas. Aunque no se conoce la causa exacta, se ha relacionado con deficiencias de hierro, problemas en la producción de dopamina y factores genéticos. No es simplemente un problema psicológico, sino una condición real que puede generar fatiga, insomnio y dificultades en la concentración.
El síndrome de las piernas inquietas no afecta solo a adultos, también puede presentarse en niños, aunque con menor frecuencia. En muchos casos, los síntomas empeoran con la edad, volviéndose más frecuentes e intensos. La falta de descanso debido a esta condición puede desencadenar otros problemas de salud, como aumento de la ansiedad, cambios en el estado de ánimo y dificultades en el rendimiento diario.
¿El síndrome de las piernas inquietas es un problema inventado?
Algunas personas creen que el síndrome de las piernas inquietas es un invento de la psiquiatría o la industria farmacéutica para vender más medicamentos. Sin embargo, estudios científicos han demostrado que se trata de una alteración real en el sistema nervioso.
No es solo una sensación subjetiva, sino un problema físico que afecta a millones de personas en el mundo. Los pacientes con este síndrome han mostrado respuestas anormales en estudios neurológicos.
Se ha comprobado que los niveles de dopamina, un neurotransmisor clave para el control del movimiento, están alterados en quienes padecen esta condición. Además, los tratamientos más efectivos incluyen suplementos de hierro y medicamentos que regulan la dopamina, lo que confirma que no es un simple problema psicológico.
Si bien hay escepticismo sobre algunas enfermedades modernas, el síndrome de las piernas inquietas no es una invención. Se han realizado numerosos estudios que demuestran que los síntomas pueden aliviarse con ciertos tratamientos y cambios en el estilo de vida. Es importante diferenciar entre problemas reales y diagnósticos exagerados, pero este síndrome tiene evidencia médica que lo respalda.
Causas y factores de riesgo
El síndrome de las piernas inquietas puede estar asociado con diversas causas. Una de las principales es la deficiencia de hierro, ya que este mineral es esencial para la producción de dopamina en el cerebro.
Cuando hay niveles bajos de hierro, la comunicación entre las neuronas puede verse afectada, provocando los síntomas característicos de este trastorno. Otro factor importante es el historial familiar. Se ha observado que muchas personas con este síndrome tienen antecedentes de la enfermedad en sus padres o abuelos.
Esto sugiere una predisposición genética, aunque los síntomas pueden variar en intensidad de una persona a otra. El embarazo también puede desencadenar este síndrome en algunas mujeres, especialmente en el tercer trimestre.
En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen después del parto, pero en otros pueden persistir. El estrés, la cafeína y ciertos medicamentos también pueden empeorar los síntomas, lo que sugiere que hay múltiples factores que influyen en su aparición.
Cómo se diagnostica y trata el síndrome de las piernas inquietas
El diagnóstico del síndrome de las piernas inquietas se basa en la historia clínica del paciente y en la evaluación de los síntomas. No existe una prueba específica para detectarlo, pero los médicos suelen realizar exámenes de sangre para descartar deficiencias de hierro u otras condiciones relacionadas.
El tratamiento varía según la gravedad del caso. En algunos pacientes, mejorar la calidad del sueño y reducir el consumo de cafeína o alcohol es suficiente para aliviar los síntomas. En otros, es necesario recurrir a suplementos de hierro o medicamentos que aumenten los niveles de dopamina en el cerebro.
El ejercicio moderado también puede ser beneficioso. Caminar, estirar las piernas y practicar técnicas de relajación ayudan a reducir la intensidad de los síntomas. Sin embargo, el exceso de actividad física puede empeorarlos, por lo que es importante encontrar un equilibrio.
Conclusión
El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno real que afecta a muchas personas en todo el mundo. Aunque algunos creen que es un problema inventado por la medicina, la evidencia científica demuestra que tiene bases neurológicas y que puede tratarse con éxito en muchos casos.
Los síntomas pueden interferir con la calidad de vida, especialmente cuando afectan el sueño. Por eso, es importante reconocerlos y buscar soluciones adecuadas. Con el tratamiento correcto y algunos cambios en el estilo de vida, es posible controlar el síndrome y mejorar el bienestar general.
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