Siempre que se duerme mucho duele la cabeza. El otro día escuché decir a una persona, que siempre que se duerme mucho duele la cabeza dando clara muestra de malestar. Por lo general, no siempre sucede así ya que tengo un hijo, que para él, dormir es como estar en una diversión.
No por esto digo que sea bueno o malo pero si sería fatal si me dice que le duele la cabeza, al menos no se le ve con síntomas de sentirse mal. Una persona que duerme mucho siempre será, al menos en la mayoría de los casos, por problemas emocionales.
Como ya mencioné que algunas personas lo hacen (dormir mucho) por el hecho que no tienen nada que hacer, al menos prefieren eso antes que andar en la calle sin rumbo. Ahora en el caso de malestar, a eso sí hay que tomarle atención.
El dolor de cabeza no viene sola, esto en algunos casos está acompañada de dolores del cuello, parte posterior de los hombros y de paso en la parte central de la espalda. Hay casos que el malestar llega hasta la cintura.
Esto me dio a mí en una ocasión, que no me podía ni sentar pensando que tal vez, fue por dormir en un sillón de mi oficina, algo que ya lo había hecho en muchas ocasiones sin darme ninguna molestia.
Siempre que se duerme mucho duele la cabeza
Al menos en mi caso, no se trataba del lugar en que me había quedado dormido, ¿Cómo sé eso? Dejando a un lado mi profesión, lo sabía porque días anteriores ya tenía problemas del tipo social, que al estar pensando en eso, pasaba de todo hasta una vez me caí.
Esto es explicable por el hecho que estar pensando, en algo que al resistir lo que ha pasado, se convierte en un circulo vicioso que a más de estar dando vueltas en lo mismo, no se llega a ninguna parte, solo a que lo que pasó se haga más firme en nuestra mente.
Por lo general, esto se va haciendo más grande con el pasar de los días, hasta que la mente consigue adaptarse que en apariencia está bien, pero solo es una solución a medias porque al pasar de los días, se convierte en una actitud.
Esta actitud es justamente lo que da el dolor de cabeza, no porque lo esté pensando continuamente sino porque ya está dentro de sus sistema mental. Ahora, ¿Cómo podría darse cuenta que su actitud es creada por una experiencia negativa?
Esto es fácil de darse cuenta porque ninguna actitud de éxito, le dará malestares físicos, al contrario, le dará tranquilidad, plenitud, alegría o confianza de que todo está bien y con ganas de seguir viviendo en ese estado.
En cambio, si tiene dolores del cuerpo, cabeza, nuca, hombros, porque ha dormido mucho, ya puede imaginarse que su mente ha trabajado más de lo que en realidad necesitaba hacerlo, al menos si es recurrente porque también puede ser el colchón o la almohada.
Siempre que se duerme demasiado: ¿Qué síntomas podrías experimentar?
El sueño es esencial para nuestra salud física y mental, pero exceder las horas recomendadas también puede tener consecuencias negativas. Aunque generalmente se habla más sobre los problemas asociados con dormir poco, dormir demasiado también puede causar malestar y problemas en diferentes áreas de tu vida.
Este fenómeno, conocido como hipersomnia, puede ser el resultado de hábitos de sueño desordenados, enfermedades subyacentes o incluso factores psicológicos. Siempre que notes que tu cuerpo responde de forma inusual después de dormir muchas horas, es importante prestar atención.
Uno de los primeros síntomas que pueden aparecer es la sensación de fatiga persistente. Paradójicamente, aunque se podría pensar que dormir mucho proporciona mayor energía, el resultado suele ser el contrario.
Es común despertar sintiéndote aún más cansado, con dificultad para concentrarte o realizar tareas simples. Además, dormir más de lo necesario puede alterar tu ritmo circadiano, lo que afecta los niveles de melatonina y, en consecuencia, tu capacidad para mantenerte alerta durante el día.
Siempre que estos signos sean recurrentes, conviene analizar si las horas de sueño están dentro de los rangos saludables. Otro síntoma notable es el dolor corporal. Permanecer acostado durante largos periodos puede generar tensión en la espalda, el cuello y otras áreas del cuerpo.
Además, siempre que adoptes una postura incómoda mientras duermes, podrías experimentar molestias que persistan durante todo el día. Estos dolores, aunque no graves, pueden ser un recordatorio de que el cuerpo necesita moverse y evitar el sedentarismo que a veces acompaña a un exceso de sueño.
Impacto en la salud mental y emocional
El exceso de sueño también puede afectar tu bienestar emocional. Es frecuente experimentar síntomas de letargo o apatía, acompañados de una sensación de insatisfacción general. Dormir en exceso podría estar relacionado con un desequilibrio en los neurotransmisores, como la serotonina, lo que aumenta el riesgo de padecer ansiedad o depresión.
Siempre que notes que tu estado emocional empeora después de periodos prolongados de sueño, es importante considerar ajustar tus hábitos. La confusión y los lapsos de memoria son otros síntomas comunes.
El cerebro necesita un equilibrio entre sueño y vigilia para funcionar correctamente. Cuando duermes demasiado, especialmente de manera constante, puedes notar que recordar información o realizar tareas que requieren concentración se vuelve más difícil.
Siempre que el exceso de sueño afecte tu rendimiento cognitivo, es fundamental revisar tus rutinas diarias. A largo plazo, dormir más de lo necesario podría contribuir al desarrollo de problemas de salud como obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Esto se debe a que un estilo de vida caracterizado por largas horas de sueño suele estar asociado con una menor actividad física y hábitos alimenticios poco saludables. Siempre que combines el exceso de sueño con otras prácticas nocivas, el impacto en tu salud general será mayor.
Cuándo preocuparse y qué hacer
Es importante señalar que no todas las personas que duermen mucho experimentan estos síntomas. Algunas personas simplemente tienen necesidades de sueño más altas debido a su genética, estilo de vida o factores específicos como el estrés.
Sin embargo, siempre que el exceso de sueño esté acompañado de malestar físico o emocional, puede ser un indicio de un problema subyacente. Si sientes que dormir demasiado afecta tu calidad de vida, considera analizar otros aspectos que podrían influir en tus patrones de sueño.
Por ejemplo, el uso excesivo de dispositivos electrónicos antes de acostarte, una dieta desequilibrada o la falta de ejercicio pueden influir en la necesidad de dormir más horas. Siempre que ajustes estos factores, es posible que notes mejoras en la calidad de tu descanso.
Además, no olvides consultar a un profesional si los síntomas persisten o empeoran. Condiciones como la apnea del sueño, trastornos hormonales o problemas emocionales pueden requerir atención médica. Siempre que sientas que los cambios en tus rutinas no son suficientes, busca orientación para identificar la raíz del problema.
En resumen, dormir mucho no siempre es sinónimo de descanso de calidad. Aunque todos necesitamos diferentes cantidades de sueño, el exceso puede traer consigo una serie de síntomas incómodos y perjudiciales para tu salud física y mental. Prestar atención a las señales de tu cuerpo y realizar ajustes en tu rutina diaria son pasos clave para encontrar el equilibrio necesario para un descanso reparador.
¿Cómo se me quitó mi malestar?
Al comienzo no sabía por qué me daba esos dolores que hasta ni podía mover la cabeza, pero al pasar de los días, me di cuenta que estaba demasiado preocupado y cuando veía una película, no me dolía nada.
Claro que no es fácil darse cuenta porque lo típico del ser humano, es centrarse en el dolor emocional cual droga hace en aquellos que se apegan al consumo. Cuando empecé a darme cuenta, probé con varios tipos de películas.
Las que más me dio resultados fueron las del género cómico, entonces con esas pruebas me di cuenta que yo era el causante de mis dolores. Lo que hice fue buscar la parte central de lo que me ocasionaba dichos pensamientos.
Una vez que encontré las razones, dejé de resistirme a lo que había sucedido por una razón básica, lo hecho está hecho y no hay vuelta atrás, pero si obtener buenos resultados de esas circunstancias, ¿De qué manera? Aprendiendo a ser mejores cada día.
Con esto dejé de pensar en lo que no tenía, en cambio me di cuenta de lo que sí tenía en ese momento. Puesto de esta manera mis malestares dejaron de ser parte de mí, para dar paso a ser diferente a los demás sin dejar de ser parte de ellos.
Todo malestar sea físico o mental tiene una razón de peso para que esté en tu vida, pero eso solo pasa si es que le das permiso para que esté a tu lado. Si no quieres que así sea, simplemente mira con indiferencia y sigue tu camino. Es mejor alejarse de las personas conflictivas porque ese estado emocional, en muchos casos son contagiosos y clara señal que esa persona tiene problemas, aléjate que es más sano.
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