Para aquellos que piensan que no pierden nada si duermen mucho, pero si han llegado a creer que están seguros en el lugar que se refugian. La vida no está para perderla y pero de la forma mas tonta.
Toda persona que duerme mucho vive un sub mundo de la nostalgia, que desde luego ellos no la han creado pero si son copartícipes de sus inicios. Muchas veces alguien por fuerza vive una experiencia, que da el inicio.
Toda experiencia traumática puede originar que alguien que tenía una forma de vivir, por decir, normal que está feliz de aquí para allá, pueda tener un cambio drástico en su vida, que trastorna todo y no se ha dado cuenta.
Por lo general, la persona que está viviendo este cambio no le atribuye a lo que le pasó, pero si sabe que no quiere salir de casa. En algunos casos alguien que es muy observador si se de cuenta pero de igual, no le toma importancia.
La prioridad máxima de esta persona es refugiarse, dormir mucho y no saber nada de lo que pase fuera de su entorno. La pérdida que tiene en estos primeros días es de soledad, ya que se aísla sin que nadie lo empuje.
Cuando esta persona vive con sus padres, disimula al máximo incluso puede salir de casa, ir a clases pero sigue en su mundo de aislamiento, pensando solo en llega a casa y acostarse a dormir.
Es muy posible que diga que está cansado, pero no es así ya que su depresión que sigue a los pocos días de su encierro, provoca una especie de agotamiento pero lo que en realidad es decaimiento emocional, que le produce el sueño.
Si esto no es corregido a tiempo, el problema se hace más fuerte ya que su estado emocional se deteriora, aumentando mas síntomas a su mal, entre ellos es que en algunos casos ya no comen como antes.
Alguna personas reaccionan de una manera distinta, unos comen mucho por la depresión, otros comen menos. El caso es que esto solo es uno de los puntos en pérdidas, ya que sigue en aumento.
Al estar encerrados en su habitación y quieren conversar con alguien, buscan las redes sociales pero no con gente normal, lo que buscan es personas que tengan los mismos sentimientos de abandono o aislamiento.
Lo peligroso en estos casos es que alguien por ahí le diga que un camino es la droga, bebida o peor que se suicide ya que para vivir así mejor es morir. Esto ya lo he visto en algunas personas que he atendido.
Se encierran tanto que no quieren escuchar a nadie, ¿Por qué? Porque por la necesidad de ser escuchados, han recurridos a personas que están en el mismo dilema, entre ellos forman un escudo mental y emocional.
Así no quieren a nadie que no sea del grupo por miedo a que les digan lo contrario. De esta forma la pérdida se completa ya que no forman parte de la sociedad, pero si viven a costa de ella.
Si por alguna razón, sienten que quieren dormir mucho, revisen en su pasado si algo les pasó y más si son padres, porque un hijo cuando cae en esto cambia de actitud, deben estar atentos porque es un mal silencioso.
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