Dormir mucho es un problema muy serio | Resuelto

Dormir mucho

Significado de los sueños

Qué Puedo Perder Si Duermo Mucho

¿Qué puedo perder si duermo mucho todo el tiempo?

Qué puedo perder si duermo mucho. Para aquellos que piensan que no pierden nada si duermen mucho, pero si han llegado a creer que están seguros en el lugar que se refugian. La vida no está para perderla y peor de la forma mas tonta.

Toda persona que duerme mucho vive un sub mundo de la nostalgia, que desde luego ellos no la han creado pero si son copartícipes de sus inicios. Muchas veces alguien por fuerza vive una experiencia, que da el inicio.

Toda experiencia traumática puede originar que alguien que tenía una forma de vivir, por decir, normal que está feliz de aquí para allá, pueda tener un cambio drástico en su vida, que trastorna todo y no se ha dado cuenta.Qué Puedo Perder Si Duermo Mucho

¿Qué puedo perder si duermo mucho?

Por lo general, la persona que está viviendo este cambio no le atribuye a lo que le pasó, pero si sabe que no quiere salir de casa. En algunos casos alguien que es muy observador si se de cuenta pero de igual, no le toma importancia.

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La prioridad máxima de esta persona es refugiarse, dormir mucho y no saber nada de lo que pase fuera de su entorno. La pérdida que tiene en estos primeros días es de soledad, ya que se aísla sin que nadie lo empuje.

Cuando esta persona vive con sus padres, disimula al máximo incluso puede salir de casa, ir a clases pero sigue en su mundo de aislamiento, pensando solo en llegar a casa y acostarse a dormir.

Es muy posible que diga que está cansado, pero no es así ya que su depresión que sigue a los pocos días de su encierro, provoca una especie de agotamiento pero lo que en realidad es decaimiento emocional, que le produce el sueño.

Si esto no es corregido a tiempo, el problema se hace más fuerte ya que su estado emocional se deteriora, aumentando mas síntomas a su mal, entre ellos es que en algunos casos ya no comen como antes.

Alguna personas reaccionan de una manera distinta, unos comen mucho por la depresión, otros comen menos. El caso es que esto solo es uno de los puntos en pérdidas, ya que sigue en aumento.

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Al estar encerrados en su habitación y quieren conversar con alguien, buscan las redes sociales pero no con gente normal, lo que buscan es personas que tengan los mismos sentimientos de abandono o aislamiento.

La necesidad de ser escuchados

La necesidad de ser escuchados puede llevar a las personas a buscar consuelo en quienes enfrentan problemas similares. Sin embargo, esta búsqueda de comprensión puede volverse peligrosa cuando el consejo recibido empuja hacia caminos autodestructivos, como el abuso de sustancias o incluso el suicidio.

He visto casos donde esta desesperación ha llevado a decisiones trágicas. Cuando una persona siente que no tiene un oído comprensivo a su alrededor, tiende a encerrarse en sí misma, aislándose de quienes podrían ofrecer ayuda genuina. ¿Por qué sucede esto?

Muchas veces, al buscar ser escuchados, terminan recurriendo a grupos que comparten su dolor y malestar. Aunque inicialmente parece que encuentran apoyo, estos grupos suelen reforzar emociones negativas y construyen un escudo mental y emocional que los aleja del resto de la sociedad.

En estos círculos, rechazan cualquier opinión externa por miedo a ser cuestionados o a enfrentar verdades incómodas. Esta dinámica profundiza su aislamiento, limitando su integración en la sociedad.

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Aunque continúan formando parte de ella en un sentido material, emocionalmente viven al margen, lo que puede agravar aún más su sensación de vacío. Además, si una persona comienza a dormir en exceso o muestra cambios significativos en sus hábitos, es crucial reflexionar sobre posibles eventos pasados que podrían estar afectándola.

En el caso de los padres, esto es aún más importante, ya que un hijo que enfrenta este tipo de problemas suele mostrar actitudes diferentes. Estar atentos a estos signos es fundamental para intervenir a tiempo y evitar que el silencio se convierta en un enemigo mortal. La necesidad de ser escuchados es un llamado a la empatía y la atención, tanto para quienes sufren como para quienes los rodean.

Salir del encierro: un camino hacia el bienestar

El encierro en casa puede ser una etapa difícil, pero no tiene que definir el rumbo de tu vida. Enfrentar este desafío requiere reflexionar sobre lo que realmente necesitas para mejorar y preguntarte con honestidad: ¿Qué puedo hacer para mi propio bien si estuviera fuera de estas cuatro paredes?

Explorar esta cuestión abre puertas hacia una vida más plena y saludable, tanto emocional como físicamente. El primer paso hacia el bienestar fuera del encierro sería realizar actividad física. Caminar en un parque, hacer ejercicio en un gimnasio o simplemente moverte en un espacio abierto tiene beneficios inmediatos.

La actividad física no solo mejora la salud del cuerpo, sino que también impulsa la producción de endorfinas, las llamadas «hormonas de la felicidad». ¿Qué puedo hacer si nunca he sido una persona activa? La respuesta es empezar con algo simple.

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Salir a caminar durante veinte minutos al día puede ser suficiente para notar un cambio positivo. Si te gusta el agua, nadar puede ser una excelente alternativa que combina ejercicio con relajación. El punto clave es moverte y desconectarte de los pensamientos negativos que el encierro puede generar.

El movimiento también te conecta con el entorno. Mientras caminas o haces ejercicio al aire libre, observas tu entorno, interactúas con otras personas y te expones a estímulos que te ayudan a salir del círculo cerrado del aislamiento. Pregúntate siempre: ¿Qué puedo ganar si le doy a mi cuerpo lo que necesita para sentirse bien?

Conectar con la naturaleza y la tranquilidad

Estar en contacto con la naturaleza es otra manera poderosa de cuidar de ti mismo. Los estudios muestran que pasar tiempo en un bosque, una playa o un parque mejora el estado de ánimo y reduce los niveles de estrés. ¿Qué puedo hacer para conectar más profundamente con el mundo natural?

La respuesta puede ser tan simple como sentarte bajo un árbol o caminar descalzo sobre el césped. La naturaleza también te invita a reflexionar y a encontrar paz en la simplicidad. Escuchar el canto de los pájaros, observar un atardecer o simplemente sentir el viento en la cara te recuerda que la vida es más grande que cualquier dificultad.

Incluso si no tienes acceso inmediato a espacios verdes, una maceta con plantas en tu ventana puede marcar una diferencia significativa. Salir del encierro también implica reconectar con otras personas. La soledad prolongada puede hacer que te preguntes: ¿Qué puedo hacer para sentirme menos solo?

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La clave está en buscar relaciones que te aporten valor. Esto no significa rodearte de muchas personas, sino de aquellas con las que puedas tener conversaciones auténticas y significativas. Compartir tus pensamientos y emociones con alguien de confianza puede ser un alivio enorme.

Si no tienes a alguien cercano en este momento, considera unirte a grupos o actividades comunitarias donde puedas conocer a personas con intereses similares. Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de otros? Cada encuentro humano tiene el potencial de enriquecer tu vida de formas inesperadas.

Descubrir nuevas pasiones y habilidades

El tiempo fuera de casa puede usarse para explorar tus intereses y habilidades. Inscribirte en un curso, aprender un idioma, tomar clases de música o practicar algún arte son formas de redescubrir tu potencial. ¿Qué puedo hacer que me entusiasme?

La respuesta puede variar para cada persona, pero lo importante es estar dispuesto a probar cosas nuevas. El aprendizaje no solo llena tu tiempo, sino que también fortalece tu autoestima. Cada pequeño logro, como tocar una melodía en un instrumento o completar un proyecto de bricolaje, refuerza la idea de que eres capaz de mejorar y avanzar.

Salir de casa no solo implica un cambio físico, sino también un cambio en tu salud mental. Visitar espacios donde puedas relajarte y reflexionar, como un centro de meditación o un lugar tranquilo, puede ser de gran ayuda. Pregúntate: ¿Qué puedo hacer para cuidar mi mente tanto como mi cuerpo?

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La meditación, la respiración profunda y las prácticas de atención plena son herramientas que puedes usar en cualquier lugar. Estas actividades te ayudan a manejar el estrés y a encontrar un equilibrio emocional que puede ser difícil de alcanzar cuando estás encerrado.

Contribuir a algo más grande

Finalmente, estar fuera de casa te da la oportunidad de contribuir al bienestar de otros. El voluntariado, por ejemplo, es una forma poderosa de sentirte útil y conectado con tu comunidad. Ayudar en un refugio, participar en campañas de limpieza o enseñar a otros son formas de hacer una diferencia.

Pregúntate: ¿Qué puedo ofrecer al mundo? A menudo, ayudar a otros te ayuda a ti mismo. La satisfacción de saber que tus acciones tienen un impacto positivo puede llenar el vacío emocional que el encierro deja.

Estar fuera del encierro te brinda la oportunidad de reflexionar sobre lo que realmente importa en tu vida. Cada experiencia fuera de casa, desde una simple caminata hasta una conversación significativa, puede enseñarte algo valioso. ¿Qué puedo aprender de esta nueva etapa? Es una pregunta que te anima a crecer y a valorar cada momento.

El encierro puede parecer una barrera insuperable, pero cada paso que des hacia el exterior es una victoria para tu bienestar físico y emocional. Al preguntarte constantemente «¿Qué puedo hacer para estar mejor?» te estás dando el poder de cambiar tu realidad y de crear una vida más plena.

Comentarios

2 respuestas a «¿Qué puedo perder si duermo mucho todo el tiempo?»

  1. didac

    Mi problema es que desde que tengo recuerdos nunca me podido levantar temprano siempre ha tenido que venir alguien a despertarme y últimamente estoy mucho mas cansado de lo habitual, sin ganas de hacer nada y todo lo que empiezo lo dejo a medias. este problema me llevado a perder la faena que tuve durante 6 años y a llevarme a un limite que si no cambio me quedo sin nada.

    1. Roberto

      Lo que te pasa es justamente por los recuerdos que tienes, que es el motor de tu mala vida en este momento. Ahora hay dos formas para salir de ahí y seguir con una vida placentera. El primer modo es que tu elimines los recuerdos que tienes en tu cerebro, si es que lo puedes hacer. El otro es que yo te los quite o los cambie por algo mejor o diferente para que el resultado sea de lo mejor para tu vida. Si no das el paso para que tu vida cambie, terminarás sin nada y de paso enfermo. Ahora si quieres mayor información de lo que puedes hacer, entra en http://rsanahuano.com/saber-mas/

      Roberto Sanahuano
      Programador Neuro-Lingüista
      Terapias cambios personales

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