Por qué la ansiedad no deja dormir. La ansiedad es parte de un estado emocional alterado y es capaz de hacer cualquier cosa a la persona que la padece, incluso puede alterar el acto de dormir, por esto, ¿Por qué la ansiedad no deja dormir? Antes de responder se debe saber lo que es la ansiedad.
Según los expertos la ansiedad es: «un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. La ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión, entonces se la considera como un trastorno» (sacado de Dmedicina.com).

Por qué la ansiedad no deja dormir
Con todo esto que dicen sobre la ansiedad, la verdad que se lo ve como algo complicado y peligroso cuando en sí no es como se lo quiere hacer ver, pero si forma parte de un problema en la que interviene su estado inconsciente, que es el que hace que la persona tenga la actitud que hace que tenga problemas para dormir.
Por otro lado al menos de parte de la Neuro-Lingüística, la ansiedad solo es una actitud que se aprende por una o varias experiencias que le ha tocado vivir a la persona en cualquier momento de sus vidas. Esto es igual como aprender cualquier oficio que lo aprende viendo, oyendo y sintiendo.
Lamentablemente las experiencias negativas cumplen con todo el compuesto para que la persona se traume, con esto por mucho que quiere no puede salir de ese sentir temeroso, hasta que llega a un punto que su mismo inconsciente lo protege y asume que ya pasó, cuando lo que hace es crear lo que se conoce como actitud.
Desde luego que la experiencia que haya vivido es algo que lo puso en tensión aunque no sea totalmente de miedo, que puede ser de algo que cree que puede pasar y el temor le hace esperar lo peor, pero con la diferencia que no llega cuando cree que llegará, esa espera es la que se conoce como ansiedad.
Dicho de otra forma y más sencilla, la ansiedad solo es lo que se espera con temor pero que no sabe cuando llegará. Ahora, al contrario de lo que dicen los expertos, una persona con ansiedad no puede reaccionar por el mismo hecho que no sabe lo que pasará, que no es lo mismo de alguien que está seguro de sí mismo por lo tanto sin temor, actuará de la mejor forma.
¿Por qué la ansiedad quita el sueño?
Toda persona cuando se dispone a dormir entra en un proceso que por lo general cuando está en paz, hace todo lo que haría sin problemas pero cuando tiene algo que lo tiene pendiente, está que hace una cosa y la otra que si le pregunta por qué lo hace, esa persona responderá, ¿Qué cosa?
Lo que indica que no sabe lo que ha hecho pero para él o ella, el único objetivo es que trata de engañarse así mismo de que no está nerviosa-o. Al menos todo lo que hace es con mirada perdida porque está centrada en lo que espera que pase o que no y eso, es lo que dice que está ansiosa que es un estado alterado de las emociones.
Hay muchas formas de saber cuando una persona está con ansiedad de las cuales lo que es más usual, es ver a estudiantes comiéndose las uñas mientras hace deberes o estudia (lee). Hay que tomar en cuenta que no están bajo presión de algún examen solo es seguir con la rutina.
Ahora, ¿Cómo se explica que un estudiante que no está bajo presión tenga ansiedad? Dejando a un lado cualquier problema emocional por algo que le haya pasado, que solo se dedica a ser una excelente estudiante, se diría que es porque a pesar que tiene buenas notas, ¡Tiene miedo de quedar mal ante sus compañeros que la tienen como la mejor!
El problema se da que esa persona que siempre ha hecho bien las cosas, se exige así mismo ser mejor y cada día es más y el día que saque un punto menos, ese día es la muerte. Conozco una chica que se comía las uñas cuando era estudiante de colegio, luego de universidad y cuando su nota no era la máxima, lloraba.
¿En qué momento la ansiedad no deja dormir?
Al menos esta clase de ansiedad aunque si duermen pero están alerta a cada pensamiento de lo que deben hacer y se levantan con facilidad, es porque son responsables en todo sentido. Este tipo de ansiedad se puede decir que es la más leve que puede pasar hasta en niños de escuela.
Es cuando es producida por traumas anteriores que al tener un problema nuevo, lo que hace es activar los recuerdos anteriores de lo que podría pasar, por esto es que esa persona está en estado de espera solo que no sabe lo que pasará pero su miedo en sí, es porque sabe que puede pasar algo como en otro tiempo y no quiere que se repita.
Esto es lo que sucede con una madre que al darse cuenta que su hijo al menos el preferido no ha llegado a la casa a dormir, ya es tarde y no llega, ¿Qué hace la madre? Empieza a preguntar a sus hermanos el paradero de su hijo, nadie sabe, entonces lo que piensa es que tal vez le pasó algo.
Esto por lo general sucede cuando la madre sabe que su hijo es problemático o mal bebedor, por lo tanto sabe que si no llega pronto a la casa puede ser por alguna pelea que en otros tiempos ya ha pasado, por eso se asoma a la ventana, mira y mira a ver por dónde llega y nada que llega.
Esto hace que la madre entre en la ansiedad porque no ve a su hijo querido y con ese sentir emocional se acuesta a dormir, ¿Puede hacerlo? Desde luego que no y la que diga que si lo hace, está mintiendo porque la desesperación de una madre es tal, que puede convertirse en una sanguinaria por proteger a su hijo.
El estado de alerta
El estado de ansiedad nos lleva a experimentar un fenómeno peculiar: parece que estamos descansando, pero en realidad, nuestra mente y cuerpo están en constante alerta. Es como cuando pones tu computadora en modo de suspensión; aparenta estar apagada, pero al menor estímulo se reactiva al instante, como si nunca hubiera dejado de estar en funcionamiento.
Este estado de alerta es agotador, ya que el cuerpo no logra entrar en una fase de descanso profundo, lo que afecta significativamente la calidad del sueño y, por ende, nuestra salud física y emocional.
Un ejemplo clásico de este estado lo vive una madre que no puede dormir tranquilamente mientras su hijo no ha llegado a casa. Aunque esté acostada con los ojos cerrados, su mente está en «modo suspensión,» alerta a cualquier ruido o señal.
Este estado ansioso se desactiva en el momento en que sabe que su hijo está a salvo, permitiéndole finalmente descansar. Sin embargo, este alivio es temporal, ya que la ansiedad puede reactivarse con situaciones similares en el futuro.
La ansiedad no opera de la misma forma que un trauma específico. Aunque ambos comparten un componente emocional intenso, la ansiedad se caracteriza por un temor constante, que a menudo no tiene un desencadenante claro o definitivo.
Por ejemplo, una persona puede temer morir en un accidente, lo que la lleva a evitar ciertas actividades, o sentir miedo a la vergüenza pública, algo que puede afectar profundamente su comportamiento y percepción de sí misma.
Para superar la ansiedad, no basta con ignorarla o esperar que pase. Es necesario identificar el origen del temor y enfrentarlo de manera consciente, buscando estrategias que permitan desactivar este estado de alerta y alcanzar un descanso real y reparador.
En conclusión:
La ansiedad interfiere con el sueño porque activa estados emocionales alterados que se originaron en el pasado, pero se proyectan en el presente. Esta respuesta automática surge cuando la mente percibe que una situación actual podría repetir un evento doloroso o traumático anterior.
Lo peculiar es que quienes padecen ansiedad muchas veces no identifican claramente el origen de su malestar. Aunque reconocen que la ansiedad está relacionada con algo que sucede en ese momento, no logran comprender por qué persiste.
Este fenómeno se debe a patrones emocionales arraigados que el subconsciente activa como mecanismo de protección, incluso cuando no hay una amenaza real. La mente permanece atrapada en un ciclo de alerta constante, dificultando el descanso. Entender este proceso es el primer paso hacia la sanación, permitiendo liberar el pasado y afrontar el presente con mayor claridad y serenidad.
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