Dormir mucho es un problema muy serio | Resuelto

Dormir mucho

Significado de los sueños

Por qué da las pesadillas

Por qué da las pesadillas

Por qué da las pesadillas. Hace un tiempo me preguntó una señora ¿Por qué da las pesadillas? Por la simple razón que su hijo de una noche a otra, empezó a tener experiencias medias raras en el sueño que tenía, por lo que hacía que no pueda dormir .

Desde luego que la madre lo calificó de pesadillas ya que todo le pasaba en el momento en que dormía. Es de notar que en los niños los sueños son más impresionantes por la corta edad que tienen, esto se debe a que no tienen lo que se conoce como conocimiento.

Por qué da las pesadillas
Por qué da las pesadillas

Antes de seguir hay que poner en claro que es o qué significa las pesadillas para algunos expertos, por lo tanto es: Sueño desagradable que produce angustia, ansiedad, miedo o terror. Según esto es algo que no se quiere volver a tener ni cobrando.

Por qué da las pesadillas

En el momento en que esta señora me solicitó mis consejos, algo que me pareció raro porque creía que todo iba bien, tomando en cuenta que son apegados a la religión en la que se supone que están protegidos, por si algún maligno quiere hacer de las suyas.

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El caso es que escuché lo que le estaba pasando y todo tenía que ver solo en el sueño ya que en el día no pasaba nada, esto fue hasta que hice la pregunta, ¿Lo ha castigado últimamente? La respuesta fue simple, Sí.

Ahora al preguntar que fue lo que le dijo en ese momento, la respuesta fue que le dijo de todo, en especial que los demonios se lo van a llevar y como este niño es muy pequeño, de paso metido en religión, ya pueden imaginarse lo que las palabras de la madre hizo en su mente.

El caso en esto es que las pesadillas se originan por malas experiencias que al ser fuertes como un tremendo susto, que puede ser creadas por simples palabras que dichas en los momentos apropiados, causan un efecto de mil maravillas, al menos en personas muy nerviosas.

¿Las pesadillas dan solo a niños?

Aunque comúnmente se asocia las pesadillas con los niños, no es exclusivo de esta etapa de la vida. Los adultos también experimentan pesadillas, y en algunos casos, de manera más intensa, ya que las preocupaciones y los miedos son diferentes a medida que se crece.

Las pesadillas en los adultos suelen estar vinculadas a situaciones de estrés, ansiedad o preocupaciones no resueltas, como problemas laborales, familiares o económicos. Un adulto puede experimentar una pesadilla debido a una situación importante que no sabe cómo resolver, lo que genera una sensación de vulnerabilidad o impotencia.

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Las pesadillas no solo surgen de eventos traumáticos, también pueden aparecer como consecuencia de una preocupación constante sobre algo que no se logra solucionar. Por ejemplo, si un adulto siente que no ha cumplido con su trabajo o responsabilidad, esto puede alterar su estado emocional y manifestarse en sus sueños de forma angustiante.

En este contexto, la pesadilla refleja un miedo profundo, relacionado con el fracaso o la pérdida. Desde una perspectiva profesional, las pesadillas pueden ser de varios tipos. Algunas son tan intensas que incluso pueden provocar reacciones físicas durante el sueño, como moverse o gritar, como si estuvieran actuando en la situación del sueño.

Generalmente, estas pesadillas están asociadas a instintos de defensa o protección, ya que el cerebro, al percibir una amenaza, activa respuestas emocionales como si la situación fuera real. Esto demuestra que las pesadillas no son solo una preocupación infantil, sino también una manifestación de los temores y ansiedades presentes en la vida adulta.

Por qué da las reacciones violentas mientras duermen

Hay casos de personas que han herido o golpeado a su pareja, porque mientras tienen la pesadilla, la persona crea un mundo virtual solo que están en un espacio físico, al pretender defenderse de lo que lo acosa, en su mundo lo hace pero en la realidad está sobre la persona que está a su lado.

Esto me hace recordar que hace muchos años, mientras estaba durmiendo a lado de mi esposa, en la madrugada sentí un golpe tan fuerte en mi cara, que me desperté porque lo que sentí fue una mano en mi cara.

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Ya pueden imaginarse que la única persona que estaba ahí era mi querida esposa, si no fue ella, ¿Quién fue? Desde luego que no creo que lo haya hecho intencionadamente, ya que atribuyo que fue una pesadilla que tuvo por algo que hice.

Por lo tanto, pienso que en el sueño ella se defendía y al lanzar un golpe que lo hizo solo por defenderse, pues eso fue lo que lanzó y que fue a parar a mi cara. Desde luego que la persona no recuerda nada de lo que hizo.

¿Hay pesadillas sin reacción?

En cierto modo sí pero eso es porque al no poder responder físicamente, lo hacen hablando, por eso es que hay personas que en el momento en que se duermen, hablan y hay momentos en que lo hacen tan claro que parece que estuvieran despiertos.

Ahora también hay las que hablan a medio entender que en este caso, al menos eso creo, son cosas que están pasando en la mente de la persona que no son tan importantes pero lo tienen pendientes de lo que pasa.

En lo personal, si me ha pasado que he tenido pesadillas y si alguno se hace la pregunta, ¿Cómo puede saber si tiene pesadillas? Eso me di cuenta el otro día que al acostarme, tengo por costumbre tener tres almohadas y por una casualidad, dejé algunas cosas al filo de la cama.

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Al día siguiente, todo estaba en el piso como si las hubiera lanzado, al menos no me acuerdo haberlo hecho y de paso, ese día me desperté bien cansado como si hubiera hecho algún tipo de esfuerzo. Si esto no fue una pesadilla no sé que fue.

En total, todo tiene que ver con el estado emocional de la persona, si lo tiene alterado y tiende a ser alguien que se deja influenciar con facilidad, no solo tendrá malos sueños si no pesadillas. No confundir un mal sueño con una pesadilla.

Diferencia entre mal sueño y pesadilla

Aunque los términos «mal sueño» y «pesadilla» a menudo se usan indistintamente, tienen diferencias clave en cuanto a su naturaleza y efectos sobre la persona que los experimenta. Ambas son experiencias desagradables durante el sueño, pero varían en intensidad, emociones asociadas y el impacto que tienen en el bienestar de la persona. A continuación, se explican estas diferencias en detalle.

Mal sueño

Un mal sueño es un sueño desagradable que genera incomodidad o inquietud, pero no necesariamente despierta al soñador de manera abrupta o lo deja con un sentimiento profundo de miedo o angustia.

Los malos sueños suelen involucrar situaciones molestas o irritantes que pueden no tener un impacto emocional tan fuerte o persistente. Por ejemplo, un mal sueño puede implicar que se llegue tarde a una cita, que se pierda algo importante o que se enfrente a una situación embarazosa.

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Si bien estos sueños pueden generar una ligera sensación de ansiedad o frustración, la persona generalmente puede volver a dormir con relativa facilidad y no experimentar un malestar duradero al despertar.

Un mal sueño generalmente no provoca reacciones fisiológicas intensas, como un aumento del ritmo cardíaco o sudoración, y no suele dejar un recuerdo tan vívido en la mente del soñador. Aunque es común que las personas tengan malos sueños, estos no suelen interferir significativamente con la calidad del sueño o el bienestar general. Son más bien perturbaciones leves que no son tan intensas ni tan dramáticas como las pesadillas.

Pesadilla

Por otro lado, una pesadilla es un sueño particularmente aterrador o angustiante que tiene un impacto mucho más profundo en la persona que lo experimenta. Las pesadillas pueden ser tan vívidas y aterradoras que provocan que la persona despierte bruscamente, a menudo con un sentimiento de miedo, ansiedad o pánico.

A diferencia de los malos sueños, las pesadillas suelen involucrar situaciones que representan una amenaza real o imaginaria para el soñador. Estas amenazas pueden incluir ser perseguido por un monstruo, enfrentarse a una situación de vida o muerte o experimentar una pérdida traumática.

Las pesadillas a menudo desencadenan reacciones físicas intensas, como un aumento del ritmo cardíaco, sudoración, respiración acelerada e incluso parálisis del sueño en algunos casos. Los soñadores pueden despertar con una sensación de pavor y tener dificultades para volver a dormir debido al impacto emocional del sueño.

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Las pesadillas suelen estar vinculadas a miedos profundos, traumas pasados o experiencias estresantes en la vida real. Pueden reflejar ansiedades reprimidas, inseguridades o preocupaciones que el soñador no ha procesado adecuadamente.

Una característica distintiva de las pesadillas es que dejan una impresión duradera. Los recuerdos de la pesadilla pueden persistir durante horas, días o incluso semanas después de haber despertado, y pueden afectar el estado emocional y el comportamiento del soñador durante el día. Las pesadillas recurrentes, en particular, pueden ser un indicio de problemas psicológicos no resueltos, como estrés crónico, trauma o trastornos de ansiedad.

Impacto en la salud mental y física

La principal diferencia entre un mal sueño y una pesadilla radica en su impacto en la salud mental y física de la persona. Mientras que un mal sueño puede ser molesto, no suele generar consecuencias graves, ya que generalmente no deja una huella profunda en el soñador.

En cambio, las pesadillas, especialmente las recurrentes, pueden tener efectos negativos en la salud mental y emocional. Las personas que experimentan pesadillas con frecuencia pueden desarrollar miedo al dormir, insomnio o trastornos de ansiedad.

Esto se debe a que el cerebro, al experimentar repetidamente situaciones traumáticas o angustiosas en los sueños, puede asociar el sueño con una amenaza, lo que interfiere con la calidad del descanso y el bienestar general.

Causas de los malos sueños y las pesadillas

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Las causas de los malos sueños y las pesadillas pueden ser similares, pero suelen diferir en su gravedad. Los malos sueños generalmente son el resultado de situaciones cotidianas estresantes, como preocupaciones laborales, conflictos personales o presiones sociales.

Las pesadillas, en cambio, pueden ser el resultado de factores más profundos y emocionales, como el estrés postraumático, los traumas pasados, la ansiedad severa o incluso los trastornos del sueño, como el trastorno de pesadillas o el trastorno de ansiedad generalizada.

El consumo de ciertos medicamentos, el estrés crónico, los trastornos emocionales no resueltos o el consumo de sustancias también pueden aumentar la probabilidad de experimentar pesadillas. Además, algunas afecciones de salud, como la apnea del sueño, pueden contribuir a la aparición de pesadillas, ya que interfieren con los patrones de sueño profundo y la estabilidad emocional.

La diferencia entre un mal sueño y una pesadilla radica principalmente en su intensidad, la respuesta emocional que provocan y el impacto que tienen en la persona que los experimenta. Mientras que los malos sueños son desagradables pero generalmente inofensivos, las pesadillas son sueños aterradores que pueden generar angustia profunda y afectar la calidad del sueño y el bienestar emocional.

Ambos tipos de sueños pueden ser causados por factores similares, pero las pesadillas suelen estar más relacionadas con miedos profundos, traumas no resueltos o trastornos emocionales.

En conclusión:

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¿Por qué da las pesadillas? Esto da porque la persona se deja influenciar con facilidad, por el hecho que es muy sensible a las impresiones mentales que se originan por las palabras o acciones que vive por las experiencias de la vida.

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