Cuando un niño tiene miedo a dormir, es por alguna razón, esta puede ser por temor a asustarse por cosas que ha escuchado o le han dicho. Los padres tienen la costumbre de decirle a los hijos cuando se portan mal, que el diablo se los va a llevar por no comportarse.
De esa forma los niños empiezan a tener miedo a quedarse solos y no dormir, durante largos periodos en la noche. Por esta razón también le tienen temor a cualquier cosa que tenga que ver con oscuridad o con caras deformes.
Miedo a dormir
Esto lo asocian a los payasos o con cualquier cosa que tenga un parecido. No es recomendable decirle a un hijo que el demonio existe y se lo va a llevar. Si bien sabía usted que es mejor charlar con él.
En vez de decirles tonterías debe ponerle metas, insinuarle a la educación, pero no debe decirle que si se porta bien le regala algo o cosas así, ya que eso también trae consecuencias porque se acostumbran a obtener algo por su buen comportamiento.
Esto es lo que se llama negociar una actitud. Si no los corrige desde pequeños tenga por seguro que cuando sea adulto, va a esperar que suceda lo mismo y peor si no se lo dan. Al llegar a la adolescencia, un capricho lo puede llevar a que no le importe de donde usted saque para complacer sus necesidades. Por eso ni lo asuste ni atemorice con autoridad lo que usted diga.
Es bueno de vez en cuando educar a sus hijos pero nunca se imponga, enséñeles a razonar, que ellos entiendan por qué no deben hacer ciertas cosas y que consecuencias trae. El miedo a monstruos y tantas cosas que les dicen, llevan a que el niño pase despierto toda la noche, sin cerrar un rato los ojos, de esa manera adquieren los traumas desde pequeños.
Por eso es que los padres al ser llamados a las escuela por problemas que causa el niño, les dicen que necesitan de psicólogos y psiquiatras, encima de eso les envían pastillas, así se quedan como pacientes seguros de institutos mentales.
¿Cómo puedo ayudar a un niño a dejar el miedo?
En casos de niños-as muy pequeñas es mejor pasar a su lado y enseñarles, que no hay tales monstruos o demonios que vengan en busca de ellos por la noche, no salen del armario o debajo de la cama, nada de eso es cierto.
Si es de religiones o algo parecido, no meta castigos ni consecuencias de mal comportamiento, eso es una idea precaria de razonamiento, ¿Cómo puede ser posible que un ser humano sea educado por medio del temor que le influye con su llamado Dios?
Es seguro que cuando crezca el miedo, no lo dejará tomar decisiones para su vida, así sean las mejores porque el temor a su dios lo entorpecerá y lo dejará como un perdedor. Así de simple. Es preferible que enseñe como afrontar su vida desde pequeños con juegos, metas, deporte, pero, ¿Miedo? ¿De qué le sirve un hijo miedoso?
Lo único que va a lograr es que sea incapaz de lograr éxitos en su vida. Ahora, ¿Acaso la persona necesita de una deidad para ser bueno? Ser bueno o buena gente nace en el corazón y no es necesario buscar orar para lograrlo, lea y medite.
Cómo cree que buda se iluminó, busco en su interior por medio de la meditación al ser verdadero y lleno de amor que habita en él. Sin ubicarse a los extremos de bueno o malo, por eso es que las personas se crían con puntos extremos en su vida.
En muchos casos dicen, ¡Huy no, no hago eso porque es malo! Malo esto, malo el otro, mejor métase 3 metros bajo tierra y no salga nunca más. Así les ahorra el tiempo a las personas que sufren por su mala conducta y miedos que no lo dejan ver más allá.
No meta miedos absurdos
No cometa el error de influirle el demonio como aliado de sus miedos, es una carga para usted eso, ya que el cerebro de esa persona nunca va razonar por sí misma, vivirá gobernada por mentiras dictadas por una sociedad que domina y la mayor es la religión, piénselo.
Por culpa de esta gente no ha muerto, cuanta gente vive creída que es la única verdad que existe y que el demonio se apega a las cosas malas. Para mi es de risa todo ese invento, ya que todo lo que tiene que ver con miedo acerca de demonios me causa una sonrisa.
Esto porque sé que esas cosas quedan para niños que no entienden y que alguien los puede mandar. Incluso ahora me pronuncian “Te vas a ir al infierno” desde luego que esto está basado en la ignorancia.
Por esto me ha tocado responder: «¡Pero ya que quiero hablar con ese él, que me diga que mismo pasa en la tierra! ¡Mejor así nos vamos de abrazos con Don Sata y me conoce! De esta forma que miedo, ni que miedo.
Ahora el miedo a dormir, es por su influencia, déjese de atormentar a sus hijos con el diablo y los castigos, porque son personas que entienden bien todo. Mejor hable con toda serenidad. con esto, ¿Miedo a dormir? Solo usted es el causante.
Qué debe aprender un niño para no tener miedo en las noches
El miedo a la oscuridad es una experiencia común entre los niños y tiene sus raíces en la imaginación y la falta de control sobre lo que sucede en un entorno poco iluminado. Cuando un niño siente miedo a lo desconocido, su mente tiende a crear imágenes o escenarios que pueden parecer amenazantes.
Esto ocurre porque los niños aún están desarrollando habilidades para distinguir entre fantasía y realidad. En algunos casos, personas cercanas, como adultos o compañeros, pueden contribuir al miedo a través de historias o bromas que asustan intencionalmente.
Estos relatos, aunque a veces son compartidos sin intención maliciosa, pueden dejar una huella duradera en la mente de un niño. Para ayudar a un niño a superar el miedo a la oscuridad, es importante enseñarle a comprender que la oscuridad no es inherentemente peligrosa.
Explicar que las sombras y los sonidos nocturnos tienen explicaciones lógicas puede reducir el miedo a lo desconocido. Por ejemplo, mostrarle cómo una cortina movida por el viento puede parecer algo más en la penumbra ayuda a desmontar temores irracionales. También es útil hablar con el niño sobre sus emociones y validar sus sentimientos, asegurándole que sentir miedo a ciertas cosas es normal, pero que existen herramientas para enfrentarlo.
Enseñar técnicas para calmar el miedo a lo desconocido
Existen varias estrategias que los niños pueden aprender para calmar el miedo a lo que imaginan durante la noche. Una técnica efectiva es la respiración profunda. Al inhalar y exhalar lentamente, el niño puede reducir la ansiedad y centrarse en algo tangible en lugar de enfocarse en el miedo a lo que pueda estar «escondido» en la habitación.
Practicar esta técnica antes de dormir puede convertirla en un hábito que ayude a mantener la calma cuando surjan pensamientos negativos. Otra herramienta útil es la creación de un ritual relajante antes de acostarse.
Leer un libro tranquilo, escuchar música suave o hablar sobre eventos positivos del día puede ayudar a distraer al niño del miedo a la oscuridad. Además, proporcionarle un objeto de consuelo, como una luz tenue o un peluche, puede ofrecer una sensación de seguridad.
Estos elementos actúan como recordatorios físicos de que no hay nada que temer, disminuyendo el miedo a lo que pueda surgir en la noche. Es fundamental enseñar al niño a reemplazar pensamientos negativos con imágenes positivas.
Por ejemplo, si siente miedo a monstruos bajo la cama, se le puede pedir que imagine a esos monstruos como amigos amables o incluso como personajes divertidos que solo quieren jugar. Esta técnica de reframing permite que el niño tome el control de lo que imagina, transformando el miedo a lo desconocido en algo más manejable y menos intimidante.
El papel de los adultos en reducir el miedo a lo irracional
Los adultos juegan un papel crucial en la forma en que los niños perciben y manejan el miedo a la oscuridad. Desafortunadamente, algunas personas, ya sea de manera intencionada o no, asustan a los niños con historias o comentarios que alimentan el miedo a lo sobrenatural o desconocido.
Para evitar esto, los adultos deben ser conscientes de cómo interactúan con los niños y abstenerse de compartir contenido que pueda generar ansiedad. En lugar de eso, pueden fomentar conversaciones tranquilizadoras que ayuden al niño a sentirse seguro.
Crear un ambiente seguro también es responsabilidad de los adultos. Asegurarse de que la habitación del niño sea un espacio acogedor y libre de estímulos perturbadores reduce el miedo a lo que pueda esconderse en la oscuridad.
Además, establecer rutinas consistentes antes de dormir proporciona estructura y previsibilidad, lo que disminuye el miedo a lo inesperado. Los adultos también pueden modelar comportamientos calmados y positivos, mostrando al niño que no hay nada que temer al quedarse dormido.
Finalmente, los adultos deben enseñar a los niños a expresar sus miedos abiertamente. Hablar sobre lo que causa el miedo a la oscuridad o a ciertos sonidos nocturnos ayuda a externalizar esos pensamientos y a encontrar soluciones juntos.
Este proceso no solo fortalece la confianza del niño, sino que también lo empodera para enfrentar sus temores de manera constructiva. Al trabajar en conjunto, los adultos y los niños pueden transformar la experiencia nocturna en algo tranquilo y reparador, eliminando gradualmente el miedo a lo desconocido.
Conclusión
Ayudar a un niño a superar el miedo a la oscuridad requiere paciencia, comprensión y herramientas prácticas. Desde comprender el origen del miedo hasta enseñar técnicas de relajación y crear un ambiente seguro, cada paso contribuye a reducir el miedo a lo desconocido.
Los adultos tienen la responsabilidad de evitar alimentar estos temores y, en cambio, guiar a los niños hacia una mentalidad más calmada y segura. Con el tiempo, el niño aprende a gestionar sus emociones y a reemplazar el miedo a la oscuridad con una sensación de tranquilidad. Este proceso no solo mejora su capacidad para dormir bien, sino que también fortalece su confianza para enfrentar otros desafíos en la vida.
Deja una respuesta