Es normal dormir menos cuando más años se tiene. Por lo general parece que si es normal dormir menos cuando más años se tiene, ya que de eso escuché hace muchos años de personas que se quejaban, por el poco tiempo que tenían para dormir.
Parece raro pero esta clase de sueño no sucede así en todas las personas, al menos de las que he conocido y que son muchas con edad entre 45 a 70 años, la gran mayoría si tiene un dormir de pocas horas, en especial los que pasan de 60 años.
En mi caso, que tengo 53 años todavía mantengo un dormir de 8 horas, aunque no es todas las noches porque hay días en que con 6 o 7 horas de sueño, estoy con buen ánimo para levantarme y empezar mi día aunque todavía esté oscuro.
Es normal dormir menos cuando más años se tiene
Esto contradice lo que se ha escrito sobre un buen dormir, que es de 5 u 8 horas de sueño normal para estar de lo mejor, algo que parece que solo se cumple con las personas que todavía mantienen vitalidad de joven.
Con esto no digo que 53 años se considere un viejo, pero no se puede comparar con alguien que tenga menos edad. Las personas que tienen tendencias a dormir más de la cuenta, aun teniendo edad para ser mayores adultos, tienen problemas emocionales.
De ello doy fe con uno que conozco por el cual, en muchas conversaciones y considerando la edad (70 años) en el cual debería tener un buen dormir basado en pocas horas, él no lo tiene porque duerme como adolescente sin oficio ni beneficio.
Esto no solo pasa en las noches ya que en cualquier momento del día, se duerme aunque sea una hora en la primera oportunidad que tenga, esto puede ser algunas veces. La pregunta es, ¿Por qué no se cumple esto que a más años se duerme menos?
En el caso de este señor, su vida está llena de muchas decepciones que le producen resentimiento con la vida, al punto que es casi una persona difícil de ser una compañía, esto porque tiene un mal carácter.
A pesar que se le hace notar que su forma de ser es rechazable, le importa un gramo de polvo. Lamentablemente esta actitud es lo que no lo deja tener un buen dormir, llegando a pasar dormido más horas de las aconsejables.
En otros casos si sucede lo señalado sobre que es normal dormir menos cuando más años se tiene, lo que indica que su actitud es de una persona con mucha tranquilidad aunque no tenga paz interna, es lo que se conoce como control.
¿Es normal dormir menos si está alterado?
Ahora esto no contradice de aquellos que aunque siendo muy jóvenes, duermen pocas horas, pero esto se da por el mismo estado alterado de la persona, que puede ser por alguna preocupación de cumplimiento, conocido como responsabilidad.
Hay personas que no saben o no previenen algún tipo de imprevisto, que origina pérdida de tiempo por lo cual, hace que su trabajo quede atrasado lo que indica, que debe hacer todo lo posible para cumplir y esto da que alguien que si es responsable, pierda horas de sueño.
Lo bueno en este caso es que su estado de dormir poco, se recupera para bien al cumplir con su obligación, luego su vida vuelve a la tranquilidad. Dicen que en el momento en que uno se va envejeciendo, va tomando actitudes de su niñez.
Al extremo que en avanzada edad, la gran mayoría hasta usan ropa interior especial porque los esfínteres pierden su normal función, que es retener los fluidos menores y mayores, igual como pasa con los bebés.
De igual forma, pasan más tiempo despiertos que dependiendo de lo que tengan por hacer, su vida será de lo más normal. Por el momento pienso que no debe haber ninguna duda, sobre lo que pasa con personas mayores en su vida nocturna.
Todo vuelve al comienzo, a sus inicios y esto empieza cuando sus horas de sueño cambian sin afectarle en lo más mínimo a su salud física ni mental. Por el momento es normal dormir menos cuando más años se tiene.
Cuando era un adolescente ya entrando a ser un joven adulto, me di cuenta que mi padre ya estaba activo a las 5 de la mañana, en ese momento lo primero que se piensa es que posiblemente, tendría un nuevo hermano algo que no pasó.
¿Qué pasa cuando dormir menos se dice es la edad?
A medida que las personas envejecen, suelen experimentar cambios en su patrón de sueño. Es común que aquellos que superan los 60 años noten que ya no duermen las mismas horas que cuando eran más jóvenes.
Este fenómeno ha sido objeto de estudio en la medicina del sueño, y se ha llegado a la conclusión de que, en muchos casos, es normal que los adultos mayores duerman menos. Sin embargo, la razón detrás de este cambio puede ser tanto una cuestión de responsabilidad personal como un efecto inevitable del envejecimiento.
Es normal que, con la edad, los ciclos de sueño cambien. Las personas mayores tienden a dormir menos horas durante la noche, y la calidad de su sueño también puede disminuir. Esto se debe a una serie de factores fisiológicos.
Uno de los principales es que el cuerpo experimenta alteraciones en la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Con el tiempo, la producción de melatonina disminuye, lo que hace más difícil conciliar el sueño y mantenerlo durante toda la noche.
Por lo tanto, las personas mayores pueden sentirse más despiertas a medianoche o temprano en la mañana, lo que resulta en períodos de sueño más cortos. Es normal también que las personas mayores pasen por ciclos de sueño más ligeros.
El sueño profundo, que es el que se experimenta durante las primeras horas de la noche, disminuye a medida que se envejece. Esto puede hacer que los adultos mayores se despierten más fácilmente durante la noche, incluso por ruidos menores o cambios en la temperatura. Este sueño fragmentado puede hacer que, en general, la cantidad total de descanso sea menor, lo que contribuye a una sensación de cansancio durante el día.
Responsabilidad en el cuidado del sueño
Aunque el envejecimiento puede ser un factor en la reducción de las horas de sueño, también es normal que muchas personas mayores tengan la posibilidad de mejorar la calidad de su descanso con algunos cambios en sus hábitos.
La responsabilidad de cuidar el sueño se vuelve crucial en esta etapa de la vida. A pesar de que los cambios en el sueño son naturales, las personas mayores deben ser conscientes de los factores que pueden afectar la calidad del sueño, como el estrés, la ansiedad o las condiciones médicas preexistentes.
Por ejemplo, algunas enfermedades crónicas, como la artritis, la diabetes o los trastornos respiratorios, pueden interferir con el sueño de las personas mayores. Es normal que los dolores o las incomodidades físicas dificulten el descanso durante la noche.
Además, los efectos secundarios de ciertos medicamentos pueden alterar los patrones de sueño. Por lo tanto, la responsabilidad de llevar un estilo de vida saludable y consultar al médico en caso de problemas de sueño se convierte en una tarea importante para los adultos mayores.
Mantener una rutina diaria también puede ayudar a mejorar el sueño. Es normal que los adultos mayores tengan más dificultades para mantenerse despiertos durante el día debido a la falta de sueño profundo.
Establecer horarios regulares para acostarse y despertarse puede facilitar la adaptación del cuerpo al ciclo natural de sueño y vigilia. Evitar el consumo de cafeína o alcohol en la tarde, así como limitar el uso de pantallas electrónicas antes de dormir, son prácticas recomendadas que contribuyen a mejorar la calidad del sueño.
El impacto de la vida social y el entorno en el sueño
Es normal que la vida social y el entorno también influyan en la calidad del sueño de las personas mayores. A medida que las personas envejecen, es común que experimenten cambios en su círculo social, como la pérdida de seres queridos o la disminución de las interacciones sociales.
Estos cambios pueden generar sentimientos de soledad o depresión, lo que a su vez afecta el sueño. La ansiedad y el estrés emocional pueden hacer que los adultos mayores se despierten a mitad de la noche o tengan dificultades para conciliar el sueño.
Además, el entorno físico también juega un papel importante. Es normal que los adultos mayores sean más sensibles a factores como la temperatura ambiente, la luz y los ruidos. A medida que envejecemos, nuestros sentidos se agudizan en algunos casos y se debilitan en otros, lo que puede hacer que los factores externos tengan un impacto más fuerte en nuestra capacidad para dormir bien.
Crear un ambiente tranquilo y cómodo en el dormitorio, con una temperatura adecuada y sin distracciones, puede ayudar a mejorar el descanso. En algunos casos, las personas mayores pueden sentir la necesidad de tomar siestas durante el día para compensar la falta de sueño nocturno.
Es normal que este comportamiento sea más frecuente con la edad, ya que el cuerpo puede necesitar más tiempo para recuperarse y restablecer su energía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las siestas prolongadas o excesivas durante el día pueden interferir con el sueño nocturno, lo que genera un ciclo de insomnio y fatiga constante.
Conclusión
En resumen, es normal que las personas mayores duerman menos, ya que los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento afectan los patrones de sueño. Sin embargo, es importante destacar que, aunque estos cambios son naturales, la responsabilidad de cuidar el sueño sigue siendo fundamental.
Mantener hábitos saludables, consultar al médico ante problemas de sueño y prestar atención al entorno y la vida social son factores clave que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño. Es normal que las personas mayores necesiten ajustar sus rutinas para adaptarse a los cambios en su cuerpo, pero con el enfoque adecuado, pueden seguir disfrutando de un descanso reparador.
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