Cómo hago para no dormir tanto que me afecta. La pregunta que me dejaron en un comentario, esta es, ¿Cómo hago para no dormir tanto? Hace un tiempo escribí sobre este tema y eso fue hace como dos años.
El tiempo pasó y las cosas como que cambian para bien porque ahora, hice algunas pruebas, para no dormir tanto. He sacado una conclusión de que sí se puede evitar el que una persona entre en el sueño perdido.
Para empezar, es dable que alguien que tiene este problema, tiene un desorden en el proceso que ejecuta para dormir. Es muy posible que casi nadie se ha dado cuenta de esto, pero tiene mucha importancia cuando se trata de tener un buen sueño sin que se llegue a dormir tanto.
Esto tiene mucho que ver con la hora en que se acuesta a dormir, ¿A qué hora come antes de dormir? A esto se le suma, si tiene espejos en su dormitorio o que dé su reflejo hacia su cama. Además, tiene mucho que ver cuando alguien se acuesta con problemas o pensamientos de algo pendiente.
¿Cómo hago para no dormir tanto?
De lo que me he dado cuenta, en esto no tiene algo que ver con el colchón que usa. Ni si es un día lluvioso que por lo general suele hacernos una pasada, con la hora que hay que despertarse, pero eso es otro tema. En todo caso, tocaremos lo que se mencionó, hasta ahora.
La hora en que se acuesta:
Todo lo que mencione en este escrito, se basa en las pruebas que hice. Por eso, me he dado cuenta que si yo, me acuesto pasada las 11:30 de la noche, (aunque puede variar hacia abajo unos minutos) duermo más de 8 horas y en algunos casos me ha tocado dormir hasta 10 horas. Todo el día cansado y con sueño.
Ahora, cuando me acuesto antes de las 11:00 de la noche, lo que se entiende que podría ser 10:45, me despierto antes de las 6:00 de la mañana, en perfecto estado, sin sueño, descansado y con ganas de trabajar. Desde luego que hay sus variantes que si me paso de esa hora, ya no es lo mismo.
Comer antes de dormir:
En esto no me refiero a que sea justo antes de dormir que se come. Tiene mucho que ver si es una o dos horas. Por lo general de esto peco mucho porque por estar distraído en mi trabajo, dejo la comida y suelo comer una hora antes de dormir, que es fatal para mí aunque duerma a la hora indicada.
Esto quiere decir que si como a las 9:30 o casi llegando a las 10:00 de la noche y me acuesto, fijo es un problema aunque si me duermo rápido. Lo que pasa es que a más edad, más lento es la digestión, ahora no sé si en personas más jóvenes pasará lo mismo. El caso es que surge un trastorno en el sueño y uno como que pierde la hora.
Espejos en el dormitorio:
Ahora por más que se acueste a la hora indicada y si tiene espejos en el dormitorio, puede que le cause problemas, al menos a mí se me pasaba. Una vez que quité el único espejo que tenía en mi dormitorio, empecé a dormir bien, pero si cometo los errores señalados, no duermo bien y de paso me quedo dormido por el cansancio.
El caso es que por estar dándose la vuelta en la cama porque no concilia bien el sueño, uno como que coge bien el dormir a la madrugada que es cuando se pierde el tiempo y uno duerme como oso. Por esta razón, si se da cuenta que quitando el espejo de su dormitorio puede hacer el proceso para dormir bien, no pierda el tiempo y déjelo fuera de su cuarto.
Las preocupaciones o depresión
Esto puede funcionar en dos direcciones: o bien no deja dormir a la persona, o se queda dormido más de lo necesario. Al menos es más frecuente que se quede dormido, ya que dentro de su mente está atrapado en su problema, el cual da vueltas sin cesar. Para sentirse más seguro, elige quedarse en la cama, un lugar que asocia con protección frente a los pensamientos negativos.
Muchas veces, las personas prefieren dormir para evitar revivir experiencias traumáticas o negativas que vivieron en el pasado, especialmente en el exterior. El miedo de que esas situaciones puedan repetirse las lleva a refugiarse en su cuarto, creando una especie de zona de confort.
Este patrón de comportamiento se convierte en una parte de su vida diaria, y su mente lo mantiene vivo, como una forma de evitar el enfrentamiento directo con sus miedos. El dormir excesivo, por lo tanto, puede convertirse en un mecanismo de evasión.
Algunas personas pueden llegar a dormir hasta 18 horas diarias, como forma de escapar de la realidad y de los conflictos internos. Este hábito puede afectar profundamente su vida cotidiana, tanto en el ámbito personal como laboral.
La falta de productividad, el aislamiento social y la pérdida de oportunidades son solo algunas de las consecuencias de dormir en exceso debido a la depresión o las preocupaciones. Además, algunos individuos pierden el control sobre sus estudios o trabajos, ya que no logran despertar a tiempo para cumplir con sus responsabilidades, lo que agrava aún más la situación emocional y mental.
¿Cómo hago para eliminar la depresión?
Por lo general, todo encierra solo a un problema, esto es la depresión, que si logra quitar lo que activa dicha actitud, su forma de dormir cambiará, al punto que si corrige lo antes mencionado, toda su forma de dormir hasta más de las 8 horas, quedará solo como una mala experiencia.
Al menos en mi caso lo he logrado y eso porque un día dormí más de las 10 horas y la verdad me asusté, porque nunca lo había hecho ni cuando bebía mucho. Esto era que si llegaba a mi casa a las 5 de la mañana, ya estaba levantado a las 7 para ir a trabajar aunque borracho pero iba. Por supuesto que lo hacía porque era el dueño y tenía empleadas que trabajaban por mí.
Ahora, eliminar la depresión requiere un enfoque integral que aborde tanto los aspectos emocionales como físicos. Aquí hay algunos pasos que pueden ayudar:
- Aceptar y reconocer: El primer paso es reconocer que se está enfrentando a la depresión. Aceptar que necesitas ayuda es fundamental.
- Buscar apoyo: Hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud puede proporcionar un espacio seguro para expresar lo que sientes.
- Establecer una rutina: Mantener una rutina diaria puede ayudar a crear estructura y reducir la sensación de caos emocional. Hacer ejercicio, comer bien y dormir lo suficiente son componentes clave.
- Meditación y relajación: La meditación puede ser útil para calmar la mente y reducir el estrés. Practicar la atención plena (mindfulness) también puede ayudar a gestionar los pensamientos negativos.
- Cambio de perspectiva: Utilizar herramientas como la Programación Neurolingüística (P.N.L.) puede ayudar a cambiar patrones de pensamiento que refuerzan la depresión.
- Tomar acción pequeña: Dar pequeños pasos cada día para avanzar en tu bienestar puede hacer una gran diferencia. La constancia es clave.
La zona de confort: ¿Qué es?
La zona de confort es un estado mental y emocional donde nos sentimos seguros y sin riesgos. En esta zona, las personas tienden a realizar actividades familiares y conocidas, evitando cualquier tipo de desafío o cambio significativo.
Aunque se percibe como un refugio, este lugar puede limitar nuestro crecimiento personal. Las actividades dentro de la zona de confort nos permiten sentir estabilidad, pero también nos impide desarrollar nuevas habilidades o alcanzar objetivos más altos. Este estado puede ser muy cómodo, lo que dificulta el deseo de salir de él.
¿Por qué es fácil caer en la zona de confort?
Es fácil caer en la zona de confort porque, por naturaleza, los seres humanos tienden a evitar el malestar. Ahora, cómo hago si el miedo al fracaso o al dolor emocional puede llevarnos a quedarnos en lo familiar. Las rutinas diarias ofrecen seguridad, ya que sabemos lo que nos espera.
Este confort puede sentirse como una protección contra el estrés y la incertidumbre, lo que hace difícil salir. Sin embargo, aunque permanezcamos en esta zona, los desafíos que realmente generan crecimiento personal y profesional continúan siendo inaccesibles. A pesar de los beneficios inmediatos, el largo plazo puede resultar en estancamiento.
¿Cómo hago para salir de la zona de confort?
Salir de la zona de confort requiere consciencia y voluntad para enfrentar lo desconocido. Primero, es importante reconocer que el crecimiento personal solo ocurre cuando nos exponemos a nuevas experiencias.
Al preguntarnos «¿Cómo hago para salir de esta zona?», la respuesta radica en la disposición para tomar riesgos calculados. Puede ser tan simple como probar una nueva actividad, aprender una habilidad diferente o interactuar con personas que tienen perspectivas distintas.
La clave está en dar pequeños pasos hacia lo desconocido, con confianza y determinación. Además, cómo hago para reflexionar sobre los beneficios de este cambio nos motivará a seguir adelante. Salir de la zona de confort no es fácil, pero es esencial para alcanzar el verdadero potencial.
Es posible que inicialmente sintamos miedo o ansiedad, pero esos sentimientos son parte del proceso de crecimiento. El acto de desafiar nuestras propias limitaciones nos permite evolucionar y experimentar logros más grandes.
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