Dormir mucho es un problema muy serio | Resuelto

Dormir mucho

Significado de los sueños

Alguien está en mi cama y me toca (de la vida real)

Alguien está en mi cama y me toca (de la vida real)

Alguien está en mi cama y me toca (de la vida real). Siguiendo en la línea de relatos para dormir de misterio, tengo este caso de alguien que está pasando por experiencias muy raras y que de paso, no sabe qué hacer para sacarlo de su estancia en la cual ya hasta se siente que está muy pesado el ambiente que hay ahí.

Esto empieza en un día en que Paula, una mujer de 30 años, soltera, sin hijos y sin familia, decide cambiarse de casa y para ello empieza a visitar las que le aparecían por ahí. Ya entrando en la noche vio una en la que se veía muy bonita y de paso barata, que desde luego le entró la curiosidad de verla por dentro pero no había alguien quien le de entrada.

Alguien está en mi cama y me toca (de la vida real)
Alguien está en mi cama y me toca

Alguien está en mi casa

Al día siguiente regresó muy por la mañana y al llegar a la calle en la que estaba, vio a una vecina de dicha casa que recogía su periódico, se le acerca y le pregunta.

—Buenos días, ¿Me podría decir con quién se puede hablar para alquilar la casa que está enfrente?

—La casa de enfrente, ¿Usted quiere alquilar esa casa?

—Claro que sí —miraba con extrañeza hacia la mujer—. ¿No la alquilan?

—Sí, pero… no sé por qué la gente no dura en esa casa y la última persona que vino se fue en menos de un mes. Eso fue hace como unos cuatro años, de ahí no ha venido alguien a preguntar, ahora si quiere entrar, tengo la llaves porque los dueños viven lejos.

—Me parece bien, de esta forma veo que tiene de malo y no regresar.

Dicho esto la señora vecina le dio la llaves y ella procedió a entrar. Desde luego la casa está por dentro muy bonita aunque se dio cuenta que algo raro pasaba ya que había cosas, que podía ser de las personas que han vivido ahí, que de igual no le dio importancia.

Revisó todo de arriba abajo y no sintió nada ni vio algo que le llame la atención, por tal, decide alquilar la casa ya que el precio era casi la mitad de lo que pagaba en arriendo de un departamento mediocre. En el cambio le ayudó su marinovio el cual estuvo presente en todo.

El cambio perfecto

En los primeros días todo muy bien incluso Juan (su marinovio) empezó a ir casi todos los días a verla y quedarse a dormir, esto fue así hasta que llegando a las tres semanas, se empezó a ver sombras por la casa, pero solo él lo veía. Esto llego al colmo que Juan dejó de ir seguido, al menos algo aparecía en su trabajo para que no lo haga.

Al cumplir un mes, Paula ya se sentía a gusto porque llegó a sentir que esa casa le pertenecía y por eso, conversó con la vecina para saber si los dueños la vendían, esto le sorprendió a dicha señora ya que pensaba que se iba a ir antes del mes, algo que no lo hizo y por tal, le hizo una pregunta, ¿Acaso no le ha pasado algo extraño?

La respuesta que le dio fue «¿No y qué debía pasar?». Con un gesto de rudeza le dice que ella debe saber lo que pasa en esa casa y que le parece raro que no lo haya sentido. La vecina le cuenta todo hasta lo que sabe y que de paso los dueños que ella conoce, no son los originales ya que al igual que los dueños actuales, los originales se fueron dejando la casa abandonada sin llevarse algo.

Paula no creyó y simplemente le dijo que quería comprarla ya que para ella está más que bien. Dicho esto se compromete a ponerla en contacto con los nuevos dueños para ver si la quieren vender, aunque es seguro que si, puesto que tiene años que no la alquilaban.

Un día Paula se pone a limpiar por todos lados y sin querer abre una puerta muy pequeña que había en una pared, la cual está cubierta toda de madera igual como lo hacían las casas elegantes de la colonia. Detrás de esa pequeña puerta había una especie de compartimiento en la cual,  solo había una pequeña caja y dentro de ella un anillo de hombre.

Dicho anillo tipo aro, el cual estaba un nombre y una fecha grabado en su interior, el grabado decía «Paula 1953», esto fue una sorpresa para Paula ya que al ver algo que tiene tantos años y que tenga su mismo nombre, fue para caerse sentada pero sin embargo como toda coincidencia, lo tomó como tal.

Alguien está en mi cama

Los días pasaban y de un momento a otro justo cuando se acostaba a dormir, sintió como que alguien pasó a su lado, muy extrañada miraba en dirección de dicho movimiento que lo sintió como si fuera una persona que la rosó, como no vio algo que le diga lo que es, no le hizo caso y se durmió.

En la mañana siguiente, cuando recién quería despertarse escucha una voz que le dice, «ya es hora», Paula responde entre dormida, «si ya sé», pero se da cuenta que está sola que es entonces que abre los ojos mirando lo primero que se le ocurre, que es nada, ya que no hay alguien a quién responderle.

Paula se levanta asustada puesto que la voz que escuchó fue tan clara, como si alguien se lo hubiera dicho en su misma oreja, esto la puso a pensar y como no tiene a quién consultar, llama a Juan. Como todo hombre ante su dama, le contesta dándole tranquilidad de que todo solo fue un mal sueño.

Paula se convence y sigue con su vida normal y con eso se prepara para salir a su trabajo. Juan ha llegado y se van juntos y cada uno en sus responsabilidades. Cuando llega la noche, ella se dispone a dormir por el cual se prepara pero… algo pasó por detrás de ella, lo que hace es mirar hacia atrás y se mueve con rapidez en señal de temor.

No hay algo que le diga qué es, pero esta vez no se convence y empieza la búsqueda, se agacha y revisa debajo de la cama y nada, revisa el closet y nada y hasta salió de su dormitorio pero no encontró algo que le diga lo que pudo ser, esto la puso a pensar y muy nerviosa ya que no es la primera vez.

En vista de esto llama a Juan y le cuenta lo que ha pasado pero él no le cree aunque le dice que sí, porque según él, solo es un mal sueño que fue negado de Paula porque ni siquiera estaba dormida. En vista de esto es que se pone a buscar en Internet sobre estos casos el cual llega a mi blog y me deja el comentario contándome lo que le ha pasado.

Desde luego que le expliqué lo que podría ser y lo que debería hacer para que eso que le está molestando, deje de hacerlo,  aunque puede que sea una mala pasada del viento puesto que le gusta tener la ventana abierta de su dormitorio. El caso es que ella tomó atención sobre lo que respondí.

Pero como siempre, hay personas que creen saber lo que hacen que al decirle que haga «A» y luego pasen a «C», lo que ella hace es ir a «A» y luego a «B» porque cree que es lo mejor. Los días pasaron sin tener otra de esas experiencias que para mí tal vez era el viento.

Cierto día me manda un mensaje por correo y en esta vez sí estaba asustada, ya que para ella si era lo que pensó en la segunda vez y para que ustedes lo que están leyendo le van a dar la credibilidad por lo que escribió en dicho mensaje.

«Hola soy yo otra vez, le cuento que me volvió a pasar solo que esta vez no estaba sola y de paso, con mi novio, el muy cobarde salió corriendo porque sintió lo que le dije las otras veces y no me creyó, pero como ya sabía lo que era, lo tome como más de rutina aunque si me saltó el corazón». 

Mi respuesta:

«Hola, lo que pasa es que pueda que sea algo que está por ahí pero eso solo se porta mal si es que usted le da el permiso para que lo haga, por el cual si es que llegará a molestarla, no le dé importancia»

Desde luego que Paula lo leyó y entendió a su manera que por lo general nunca es como uno le dice o cree que esta bien, ya que ella entendió «no hacerle caso» a no moverse y empezar a querer ver por ahí si hay algo, que en estos caso es totalmente imprudente ya que eso denota energía baja por el temor que están demostrando.

Como no pasó nada en días posteriores, no me escribió como una respuesta a mi mensaje y por el cual, pensé que solo era una persona que no tenía que hacer y por eso hizo esos comentarios medios raros. Unos días después, me volvió a mandar un mensaje pero esta vez estaba con su novio en la cama descansando de una lucha cuerpo a cuerpo.

Por unos minutos se había quedado dormida boca abajo y su novio a su lado, pero de un momento a otro siente una nalgadita en un cachete, o sea, que sintió un pequeño golpe en una de sus nalgas, algo que le pareció raro que su novio lo haya hecho y le dice: «Oyeee, ¿Qué te pasa?» no recibe respuesta porque su novio está bien dormido.

Alguien me habla
Alguien está en mi cama y me toca (de la vida real)

Ella no hace caso y se vuelve a quedar baca abajo y…siente otra vez una nalgadita solo que un poco más fuerte, que hace que Paula se levante con violencia en dirección hacia su novio pero lo ve que está seco dormido. Esto hace que ella lo despierta con un golpe de pie y le dice que ya deje de molestar que se está asustando.

Juan sin saber lo que ha pasado la mira y le dice: «¿Qué te pasa mujer, estás loca…que no ves que estaba durmiendo? Dime», desde luego que ella en algo sabe que no fue él pero no tiene a quién reclamar lo que ha pasado, por tal después de unas malas palabras dichas, le dice que le han dado dos veces de nalgadas mientras estaba boca abajo.

Desde luego que no le creyó y como piensa que ella solo quiere que se vaya, lo que hace es vestirse y se va. Esto hace que Paula se quede pensando y se acuerda lo que le dijo la vecina sobre las personas que han vivido ahí, que hace que se ponga nerviosa y lo único que hace es buscar ayuda que es así que me vuelve a contactar.

En el mensaje me explica todo lo que le pasó y que no sabe qué hacer, entonces le pregunté ¿Hizo lo que le dije? Me respondió que sí lo había hecho pero no como le dije que es la única razón, por la que pienso que si hay algo y que ella le dio el permiso para que la moleste. Desde luego que a más miedo más la molestará hasta que se vaya, aunque hay casos que suelen seguir.

Ahora ella no quería salir de ahí puesto que era barato y que ahora ya sabe por qué lo es, de paso le gusta la casa y está cerca del lugar en la que trabaja. Ahora mi consejo es salir, pero si no quiere, entonces debe hacer lo que se le aconsejó, que es no hacerle caso y hablarle con tranquilidad que no tiene tiempo para atenderlo, y lo principal, no dar señales de que le tiene miedo.

Esto funciona porque lo he hecho en un caso personal y eso si que molestaba al punto que subía el volumen de la radio, apagaba mi pc, a veces la prendía, bajaba el volumen al máximo de la radio cuando me estaba bañando, ¿Creen que eso no asusta? En esa casa penan mucho y solo era un inquilino, pero cuando lo puse en su puesto, molestaba a los demás inquilinos menos a mí.

Ahora si alguien tiene algo que comentar, sería muy bueno para saber si alguien ha hecho algo diferente a lo que yo hice en mi momento, o que tal vez sea de otra forma en que han tenido esta clase de experiencias paranormal. En estos casos mientras una voz no te diga que te largues, puedes estar ahí solo que te molestará, pero si te lo dice, no dudes, es por algo.

Comentarios

2 respuestas a «Alguien está en mi cama y me toca (de la vida real)»

  1. victor

    A mi me apasado cosa raras siento ke alguien me visita por la noche y me toca o me besa abeses pienso ke estoy loco y luego solo reso digo jusus y se alega aveses siento ke me toca en el dia cuando me acuesto paro no estoy dormido no se si sea algo de mi mente pero estoy seguro ke no estoy loco bueno eso pienso tengo rato sintiendo esto paro ya solo medarisa es normal para mi sertir ke alguien me visita por la noche la biblia aveses alluda ake se alege las cosas raras y la sal purifica la casa 😉

    1. Roberto

      El miedo puede hacer cualquier cosa con tal que se asustes, ya que eso es para que las energías que están rondando tu entorno, necesita de tu miedo, pero si dejas de hacerle caso, se van.

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